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Promover el aprendizaje es apasionante y adictivo
Nuestro cerebro es un órgano demasiado hambriento por la auto-recompenza impulsada por cada cosa que aprendemos. Para funcionar y trabajar bien sólo nos pide que: No le causemos estrés mental y agotamiento. Estemos abiertos en interacción con un ambiente que consideremos saludable, libre de comportamientos abusivos y molestos. Nos entrenemos en condicionar y predecir nuestra conducta, para mejorar nuestras habilidades adaptativas. Tengamos libertad de trasformar, reordenar y poner en práctica de manera constructiva lo que aprendemos. El balance sea una llave. Nada es malo para nosotros si lo hacemos con moderación. The Feynman Series The Sagan Series Una de las pasiones de mi vida es aumentar el nivel de la cultura científica…